martes, 18 de diciembre de 2012

Empresas "Multinivel"


Siendo estudiante de Ing. Mecatrònica  me da penar ver como algunos de mis compañeros de universidad (no se porque en especial mujeres) siendo que eran de los más aplicados en clases, las mejores notas, algunos con MBA, etc … ahora los veo metidos re-vendiendo algo en empresas multinivel.
No tengo nada en contra de que la gente se gane el pan de la manera que quiera, siempre y cuandosea un negocio honesto y no ilegal. Pero me da pena ver como son engañados.
A continuación explico lo que creo de este tipo de empresas, sin dar nombres ni marcas, a quien le quede el guante que se lo chante. Por otro lado aclaro que yo nunca he estado en este negocio y ni me interesa.
He visto empresas Multinivel que venden:
Productos de nutrición en gel o polvos, modems, conexiones wi-Fi, viajes, dominios, té mágico para bajar de peso, cremas, sopas, llamadas de larga distancia y un largo etc. Hay hasta unas pastillas que sirven para ahorrar gasolina XD

Desde mi punto de vista u opinión personal, sinceramente para que un profesional con título universitario termine en estos negocios generalmente es porque:
  • Esta desempleado y no sabe que más hacer.
  • Tiene un sueldo miserable y no sabe que más hacer.
  • Tiene una personalidad frágil, muy fácil de convencer cada vez que alguien le promete que será millonario.
Claro que dentro de esto hay un muy pequeño porcentaje de personas que por su estilo de vida (tienen facilidad de conocer y convencer a muchas personas cada día para ofrecerles el producto) que este tipo de negocios les viene como anillo al dedo, y si consiguen el prometido éxito de inmediato. Pero para la mayoría es un proceso largo, pesado, tedioso y poco redituable, porque terminan molestando a todas sus amistades con un producto difícil de vender y a veces sólo pierden tiempo o peor aún, dinero.
EL TRIUNFO: Para triunfar en esto debes tener muy buena labia y debes tener un estilo de vida que te permita conocer muchas personas cada día, cosa que no termines molestando a los pocos amigos y familiares que tienes, además debes dedicarte 100% a este negocio.
EL TIPO DE NEGOCIO: El multinivel es como un árbol, no sólo vendes un producto sino que debes convencer a tus compradores de que ellos también se conviertan en re-vendedores, cosa que luego tengas 10 vendedores bajo tu nombre y cada uno de ellos convenza a otros 10, y así tu tengas 100 personas que ingresaron gracias a tí. Y el que te haya convencido capaz ya tenga 1.000 personas y así sucesivamente todo se va extendiendo como las ramas de un árbol, frondoso solo para el tronco principal.
EL PRODUCTO: el 99.99% de los casos son productos de pésima calidad o sino son de buena calidad pero completamente sobre-valuados, cuestan 20 veces más de lo que deberían, porque no solo vendes el producto, sino también vendes el costo adicional que se debe redistribuir a las diferentes ramas superiores en la que te encuentras, para que todos ganen su comisión.
LA TIENDA: No existe, el producto se vende de boca a boca pero no porque a una persona le haya gustado, simplemente porque a una persona le han metido en el negocio con promesas de dinero fácil, cosa que su recomendación de boca a boca sólo es para buscar su propio lucro, fuera el producto bueno o malo. Por lo general el producto es malo, porque si fuera bueno, este se vendería en todas las tiendas/supermercados, se vendería por sí solo y no necesitaría de este tipo de negocio.

Conclusiones

El Multinivel (MLM) tiene un producto “prácticamente INVENDIBLE”; y es un proceso lleno de tensiones. ¿Se imaginan un multinivel vendiendo Coca-Cola, o iPods, o celulares Nokia?Jamás lo vamos a ver, porque estos productos se venden por sí solos y esto elimina la necesidad de tener promotores del Multinivel y de aumentar el precio a un producto para los sueldos de toda la pirámide.
Sostengo que los que están en el nivel más alto del multinivel se llevan la mejor tajada del negocio. Se valen de los niveles inferiores para generar sus riquezas. Esto en los negocios no es fraude, pero es un trabajo anti-ético.
Los que quieran ingresar a una de estas empresas, por favor busquen en foros y blogs el nombre del empresa, hagan una búsqueda con la palabra triunfo o legal y otra con la palabra engaño, saquen sus propias conclusiones. No se dejen engañar con las conferencias gratuitas llenas de bocadillos finos que hacen, les prometo que muchas empresas multinivel ganan tanto dinero que hasta podrían pagar para que Ricky Martin de las conferencias cada día. Es que la principal cuestión es convencer (lavar el cerebro) a muchos. Llenarles la cabeza con temas de triunfos, riqueza inmediata, oportunidades únicas de la vida, y dedicación.
Y por favor, si van a ingresar a multinivel, no molesten a sus familiares y amigos con estas cosas. En especial a sus antiguos amigos de Universidad, osea a mí.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Un post que iba a escribir

Este post hubiera empezado así:


"El era literal la mujer de mis sueños, y no porque fuera perfecta, si no porque ha estado en ellos en historias variables por mas de 6 años..."

Creí que era necesario escribirlo pero me doy cuenta que no tengo nada mas que decir.
Ahora solo llevate a tu compañero de escena y habremos terminado en paz.

miércoles, 11 de julio de 2012

En estricta teoría




Valoro de sobremanera las pequeñas cosas que hacen la diferencia en la vida, las cosas que realmente me hacen humano y que están mas allá de respirar, trabajar, comer y dormir. Cosas tan simples que cambian un día, cosas tan simples como recibir un correo electrónico de una vieja gran amiga que esta a km. y que se toma el tiempo de escribir, para saludar pero también para dejar saber lo que sucede en su vida.
Leerlo me recuerda un poco a las veces que he pasado por una situación similar. Aparte del dolor, los cuestionamientos y la frustración, hay un pensamiento que te impide seguir adelante y que además he observado en tantas otras personas cuando dejan a la persona que aman: La absurda idea de que no podrás estar con nadie más.

Nos aferramos a pensar que las cosas que hablamos con esa persona no las hablaremos con nadie más, que aquello que hacemos juntos no lo podremos hacer con nadie más y lo peor que solo podemos amar a ese alguien y que solo ese alguien puede amarnos en el mundo.
En estricta teoría solo una persona será para toda la vida (en estricta teoría repito) así que para eso tendríamos que dejar pasar a una cantidad x de personas que en su momento quisimos y nos quisieron, que en su momento fueron los seres más importantes en nuestra vida, pero solo por UN MOMENTO de nuestro camino. Darse la oportunidad de seguir adelante es quizá la decisión más difícil que tenemos que tomar e incluye aceptar que esa persona debe irse, que no tienen la obligación de querernos y continuar a nuestro lado y que también tiene el derecho de toparse con otra persona con la cuál iniciar otra historia sin que se convierta en el villano o la villana de nuestra vida.
En lo personal, he aprendido a que cuando una persona cruza por mi camino lo mejor que puedo hacer es disfrutarla, aprenderle y aprovechar los momentos que podemos compartir juntos. Lo más seguro es que el día de mañana esa persona ya no esté, por los motivos que sean, pero no estará a menos que se cumpla la estricta teoría. He aprendido a irme y a dejar ir, a guardar en un cachito de mi corazón lo valioso que me dejó y simplemente continuar. No hay que olvidar para superar, solo es cuestión de aceptación y dejar que el tiempo haga su trabajo, esto último suena trillado pero es una absoluta verdad.
Siempre habrá alguien más para sonreír de nuevo, para hablar, para disfrutar, para iniciar nuevos retos, para hacer el amor, para ser cómplice. Siempre habrá una nueva historia a punto de empezar. Siempre habrá alguien más que merezca nuestro cariño y nos honre con el suyo. Pensar que solo una persona es el amor de nuestra vida es desperdiciar las oportunidades de descubrir en alguien más una parte de nosotros mismos que en este momento no conocemos. Aferrarse a alguien es quizá la peor y más efectiva forma de negarnos a ser felices.
Es cierto que con el tiempo encontrar de nuevo esa complicidad que proporciona un equilibrio es cada vez más difícil, quizá por todos esos rastros que otras personas dejan. Pero hay que aprender a vivir con los fantasmas siempre pensando que la estricta teoría se cumplirá o si no, por lo menos disfrutar de la hipótesis.
Para ti...Porque es mi forma de decirte que estarás bien y nada pasará. No sustituye al abrazo pero es con el mismo corazón. Gracias por tu valiosa amistad y yo también estoy seguro que lo superarás porque al leerte comprendí que no estas aferrada, que te vas pero también estas dejando ir a esa persona.

sábado, 16 de junio de 2012

¿Un peligro para México?


El miedo puede ser un arma letal. Más cuando el que, desde el poder, lo promueve logra que quien lo sufre descubra también su otra cara: el odio.
El miedo despierta los más oscuros instintos; extingue las ansias de libertad; aniquila al individuo y lo transforma en masa.
El miedo nos quita lo humano; hipoteca nuestro futuro; amenaza las posibilidades de convivencia pacífica.
El miedo es la herramienta que el poder autoritario utiliza para someternos; miedo a la diferencia, al diferente, al cambio.
Aun si se sabe que ese cambio, que esa transformación profunda es impostergable. Que de eso depende nuestra viabilidad como nación.
El miedo nos impulsa al suicidio como sociedad, como personas.
En 2006 fue el miedo, propagado desde el poder, el que detuvo en su camino a la Presidencia a AMLO. El que cortó de tajo la transición a la democracia.
El miedo y la intromisión ilegal de Vicente Fox en el proceso electoral.
El miedo y las maniobras fraudulentas de Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo.
Y el miedo y la complicidad del PRI que se quedó con parte del botín y utilizó a Calderón, solo para intentar, ya legitimado, un nuevo asalto al poder.
El miedo y la intromisión también ilegal de la Iglesia y de los barones del dinero.
El miedo y la tv empeñada en deformar la imagen de un hombre y un proyecto hasta convertirlo, a los ojos de muchos, en “un peligro para México”.
Una tv que, escrupulosa, hasta el servilismo, con el manejo de los otros candidatos, de quienes cuidaba hasta el más nimio detalle de imagen, se esmeraba en presenta a López Obrador mal fotografiado, peor iluminado.
Una tv consciente de su poder; del efecto que la gesticulación y el tono de un discurso de mitin en plaza pública tiene cuando se le lleva, en close up, a la pantalla chica.
Una tv que lo miraba con lupa —como no se atrevía a mirar a los otros candidatos— y expurgaba sus discursos a la búsqueda de posibles gazapos; articulando, a punta de montaje, un discurso exaltado y radical.
Una tv que ignoraba, sistemáticamente, las propuestas de AMLO cuando éstas se expresaban de otra manera; con la altura y la serenidad de estadista que son también uno de sus rasgos más característicos.
El miedo, cultivado por la propaganda, sembrado en la pantalla fue, finalmente, el que hizo a importantes sectores de la población aceptar como buenos los resultados de una elección que, por principio, debió haber sido revisada a fondo.
Una elección en la que, habida cuenta de las irregularidades y el escaso margen de diferencia entre uno y otro candidato, debió haberse contado voto por voto, casilla por casilla.
Eso era lo indicado, lo saludable, lo justo, lo razonable.
Por miedo, las autoridades electorales no actuaron con honestidad. Por miedo el tribunal legitimó el fraude.
Por miedo —y también por conveniencia— los medios electrónicos, los grandes opinadores de la radio, la prensa y la tv nos quisieron hacer comulgar con ruedas de molino.
Ese miedo, hoy potenciado por la guerra de Felipe Calderón, quien se valió de él para sentarse en la silla y armado con él pretende influir en la elección de su sucesor, aún subsiste.
Todavía hay gente que, al mirar el ascenso de AMLO y descubrir que, más allá de lo que digan las encuestas, éste vuelve a tener posibilidades reales de alzarse con la victoria el 1 de julio, sigue teniéndole miedo.
Todavía hay gente que habla de su conexión y similitudes con Chávez; esa patraña inventada por los publicistas del PAN y Calderón.
Se olvidan de su exitosa y pacifica gestión como jefe de Gobierno. De la ausencia en la misma de esas “medidas radicales” que tanto dicen temer.
Se olvidan de la manera en que operó de la mano con la iniciativa privada. De sus batallas por los más pobres, de los más vulnerables siempre libradas en el marco de la legalidad.
Se olvidan también de cómo, en el marco institucional, enfrentó la intentona de golpe de Estado del desafuero, se retiró del cargo y luego volvió a él sin instigar, ya en Palacio y con enorme respaldo popular, al linchamiento de Vicente Fox, sin promover el odio.
Todavía hay gente que lo considera, por otro lado, un “lobo con piel de cordero”.
Gente que habla del plantón de Reforma pero no reconoce que AMLO, quien tenía fuerza y razón para incendiar el país, hizo una contribución histórica a la paz social al encauzar, hacia la protesta civil, el enorme descontento popular.
Se olvidan esos que lo consideran un agitador de su apego irrestricto a la legalidad. De cómo, armado solo de su palabra, recorrió el país durante seis años sin llamar a la insurrección, sin convocar jamás al uso de la violencia.
Aferrados a recuerdos implantados olvidan, esos que aun le tienen miedo a AMLO, que el verdadero peligro para México resultó ser Felipe Calderón, quien hoy entrega un país ensangrentado y empobrecido.
Y olvidan también que el otro gran peligro para México es la insensatez de volver al pasado; de entregar el poder a quienes por décadas nos han saqueado.
Puede AMLO llegar a la Presidencia. Por eso habrán de activarse de nuevo los mecanismos para infundir el miedo en la población. ¿Caeremos otra vez en el engaño? Yo no. No caí en 2006. No caeré ahora en la trampa. No dejaré que otros piensen por mí. ¿Y usted?

La memoria es algo extraño...




...Sin embargo, ahora la primera imagen que se perfila en mi memoria es la de aquel prado. El olor de la hierba, el viento gélido, las crestas de las montañas, el ladrido de un perro. Esto es lo primero que recuerdo. Con tanta nitidez que tengo la impresión de que, si alargara la mano, podría ubicarlos, uno tras otro, con la punta del dedo. Pero este paisaje está desierto. No hay nadie. No está Naoko, ni estoy yo. «¿Adónde hemos ido?», pienso. «¿Cómo ha podido ocurrir una cosa así? Todo lo que parecía tener más valor –ella, mi yo de entonces, nuestro mundo– ¿adónde ha ido a parar?». Lo cierto es que ya no recuerdo el rostro de Naoko. 
Conservo un decorado sin personajes.